Siguiendo el río Cérou, se llega a Salles. Entre Monestiés y Cordes sur Ciel, haced una pausa y quedad encantados por este pintoresco pueblo medieval con sus casas de arenisca roja que han conservado sus torres medievales.

Salles fue escenario de la Cruzada Albigense. Muestras de esta guerra son los restos de las fortificaciones como el torreón cuadrado y las casas fortificadas.

 

La iglesia Saint Sauveaur, cuya existencia es mencionada en 972, se caracteriza por las estatuas de las virtudes cardinales: la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza. El pueblo de Salles es famoso también por la piedra que se extraía en su área hasta los años 50.

 

Un circuito de descubrimiento sobre el tema de la Cruzada Albigense comienza en el centro del pueblo. El caballero Imbert de Salles, al que le llegó la fama durante la Cruzada, será vuestro guía a lo largo del camino.