« Dejaré Carmaux el día que éste me eche » Este apego indefectible a la ciudad minera, Jean Jaurès lo experimenta, sin duda alguna, por la primera vez en enero de 1893, cuando es elegido diputado, sostenido por el voto de los obreros de Carmaux. Y, hasta su muerte, compartirá siempre sus luchas para intentar mejorar las condiciones de trabajo y de existencia.

En el año 2014, en el departamento del Tarn, numerosas manifestaciones conmemoraron el asesinato de Jean Jaurès y recordaron todas las facetas de su extraordinaria personalidad, las etapas de su carrera política, todos sus compromisos y combates. En Carmaux, desde la estación, donde el diputado Jaurès era regularmente acogido, hasta la plaza que hoy lleva su nombre, el público fue invitado a una visita guiada lugares que le eran familiares. La última parada fue a los pies de la estatua erigida en su memoria: evoca su compromiso junto a los mineros, vidrieros y campesinos de esta tierra occitana que tanto amaba, pero también su remarcable talento en oratoria al servicio de un pensamiento cuyo alcance es hoy universal.