Villeneuve-sur-Vère, la blanca

Eglise Saint Sauveur - Villeneuve sur Vère(Tarn) © Office de tourisme du Ségala tarnaisEl pueblo pintoresco de Villeneuve-sur-Vère, todo en piedra blanca, está construido sobre un peñasco rocoso natural. Situado en el corazón del valle del río Vère, fue gobernado por sus vizcondes. El paisaje del valle ofrece campos de cáñamo, utilizados para producir cuerdas.

Villeneuve-sur-Vère no se quedó a salvo de las grandes devastaciones de Francia como la Cruzada Albigense y la Guerra de los Cien Años. Solamente después de la llegada de Simón de Monfort se construyó “Villeneuve la Nouvelle” (Villeneuve la Nueva) y devino una ciudad próspera.

 

Las fachadas de las antiguas demoras como la ex residencia de los obispos de Albi llamarán vuestra atención (bonitas puertas, frontones ricamente decorados, la Maison Rochegude…). Presentan elementos arquitectónicos característicos del Renacimiento.

Durante vuestro paseo en tranquilidad, descubrid las iglesias de los antiguos burgos de Villeneuve. Notre-Dame de la Gardelle, corrupción de Gardevieille, en el centro del cementerio, conservada en su emplazamiento de origen, acoge una decoración suntuosa obra de Nicolaï Greschny. La iglesia Saint-Sauveur (siglo XV) todavía presenta sobre su puerta monumental el emblema del obispo de Albi, Juliano de Pierfrancesco de Médici.

Por lo que concierne la iglesia Saint-Etienne de Brès, es la muestra de un pueblo desparecido del cual se hizo referencia mucho tiempo antes el año mil.

Además de ser una antigua demora real, Villeneuve-sur-Vère es también el paraíso del “diamante negro”.

La trufa se vuelve reina por un día en febrero: tiene un lugar de honor durante la Fiesta de la Trufa, donde se presentan también una amplia gama de productos locales.

 

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